Kalkitos: Érase una vez el niño

Casi todos los que los usaron durante su infancia, recuerdan a los Kalkitos. Esta especie de Letraset pero con dibujos adhesivos, nos permitía adentrarnos en el arte del "dibujo" sin el dibujo mismo, eran una manera de hacer nuestras propias historietas.
Venían en una revista en la cual estaban los "escenarios", en donde los pequeños usuarios al raspar sobre la lámina de Kalkitos (algo así como un papel celofán, que tenía un olor característico) hacían que los personajes tomaran un lugar, por lo general el que al niño se le antojara. De esta manera, a pesar de que los Kalkitos tenían sus propios dibujos y diseños, cada uno tenía la posibilidad de armar su propia historia.
Nació en 1979, de la mano de Guillette en su División de Papelería y contenía distintas historias como El Oso Yogui y Bubu, Veinte mil leguas de viaje submarino, Los Picapiedras, Alicia en el País de las maravillas, y mucho más. El éxito comercial fue tal que se lanzaron gran cantidad de historias y personajes.
Pero, entre todas estas, se destaca la serie: "Érase una vez el hombre". Estos libros estaban basados en una serie de televisión animada francesa (video acá), que fue creada por Albert Barillé y difundida por la cadena France 3 (actualmente se edita en DVD). Se trataba de una verdadera co-producción multinacional: también participaron en la realización Alemania, Bélgica, Canadá, España, Israel, Italia, Japón, Noruega, Países Bajos, Suecia y Suiza. Esta colección juntaba ciencia y fantasía (también se lanzaron las series "Érase una vez... el espacio", "Érase una vez... la vida", "Érase una vez... las américas", etc), recorriendo los grandes hechos de la historia.
Esto mismo trae a colación la serie que lanzó Billiken, en la cual se repasaba la historia del país, lo que nos dio la posibilidad de contar con muchos Kalkitos de granaderos, ballestas, cañones y demás, los cuales en su mayoría fueron a parar a cuadernos y bancos, y no a la revista original.
Retomando: En "Érase una vez el hombre" había personajes que se repetían con el afán de ir contando la historia. El guía era el "Maestro", un viejo de larga barba blanca que era seguido por Flor, Pedro y el gordo, y era perseguido por los malos: un gordo grandote llamado "el tiñoso" y otro chiquitito llamado "el enclenque" (ambos tenían la nariz roja).
Y no hay que olvidarse del reloj, que en cada libro mostraba la fecha en la que se hallaba el acontecimiento.
Sin lugar a dudas, fue el libro que inspiró a muchos a dibujar y crear su propia historieta. Tal vez halla entusiasmado a Liniers, o a Nik, ¿quien sabe?.